“Como parte de la última generación que se crió con Franco, nací en los años 60, en mi trabajo abordo esta experiencia histórica singular: la coexistencia de dos mundos irreconciliables, el haber transitado de un estado neobarroco y confesional a una democracia liberal. Produce sentimientos encontrados y es difícil de transmitir. Hablando metafóricamente, en mi obra hay un material sólido y otro gaseoso. El sólido es un dolor condensado por los años hasta convertirse en una sustancia dura y extraña. El gaseoso proviene del asombro ante la brutalidad de mi propia clase social, la burguesía; de preguntas para las que no hay respuesta.” >>>