Impasibles
ante el sufrimiento como no vamos a ser sordos para el arte.
En pleno siglo 21 el hombre debe emprender rápidamente un viaje
hacia la conciencia de sí mismo, hacia su propia esencia. Inevitable
aunque siempre pospuesto por un continuo negar el dolor, ajeno y propio.
Hombre sordo.
Instituciones sordas.
Culturas sordas.
Viaje lento que apacigüe el alma y endulce la vida, como un licor
de lágrimas preparado con sabiduría, con generosidad, con
compasión y amor.
El arte es un acto de compasión, un acto de generosidad y un acto
de purgación y conciencia necesario en todo sociedad que quiera
evolucionar. Y ¿a quién le gustan los purgantes? Este es
el problema del reconocimiento del arte y su función humana y social,
de su negación o indiferencia frente a éste.
El purgante siempre actúa tras el exceso. Por lo que tras tanto
exceso de barbarie y sufrimiento esta convocatoria ya supone un purgante
en si. A cambio les envío una receta con amor, mucho amor para
apaciguar las lágrimas. Espero que esta receta que con tanto amor
les he preparado les alivie en esta vida.
Receta Ears for Tears
Copa de amor que quita las penas
• 1Ltr. de leche de amor
• 300gr. de miel de paciencia
• 8 yemas de huevos del silencio
• 200gr. de nata de ternura bien montada
• 1 yogurt de sacrificio natural
• Unas gotitas de licor de lágrimas (pero sólo unas
gotitas)
Calentar
la leche de amor hasta que hierva y añadir la miel de paciencia.
Remover hasta que el amor y la paciencia se disuelvan.
Retirar del fuego y agregar las yemas batidas de los huevos del silencio.
Volver a cocer a fuego suave hasta que el amor con paciencia espese en
silencio.
Colocar el recipiente con la crema dentro de otro con agua de lluvia (no
puede ser otra). Añadir lentamente el yogurt de sacrificio natural,
removiendo hasta que se tibie. Entonces y sólo entonces ir mezclando
con cuidado la nata de ternura bien montada hasta que la ternura suavice
la acidez del sacrificio.
Aderezar finalmente con unas gotitas de licor de lágrimas que purifica
el alma y disuelve las penas.
Para acabar poner mucho cuidado en cómo lo vais a servir. Adornarlo
con unas hojitas de diente de sabio y pétalos de flor de conciencia.
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