Nadia Mendoza y Guillermo Tovar


"La esperanza es dulce"

Prepare la siguiente receta de galletas tomando en cuenta las indicaciones adjuntas. Necesitará tres tazas de harina, una cucharadita de polvo de hornear, una cucharadita de sal y una y un cuarto de taza de azúcar. Mezclelos en un tazón. Disponga en su cocina de un ambiente tranquilo y apacible. Encienda una vela blanca y respire profundamente tres veces. Considere que los esfuerzos que haga para fortalecerse le permitirán siempre afrontar las pruebas en las mejores condiciones. A continuación agregue a la mezcla una taza de mantequilla derretida previamente, mézclelos con un tenedor hasta conseguir una masa uniforme. Debe conservar la conciencia de que, suceda lo que suceda, existe en usted una región inatacable, inaccesible; su espíritu. Agregue tres huevos y una cucharada de extracto de vainilla. Deténgase un momento y respire nuevamente tres veces. Lo puede mezclar con la mano. A continuación extienda esta masa hasta conseguir que quede delgada. Utilice un mazo de madera o plástico. Considere que las mismas tragedias no afectan de igual modo a todos. Mientras unos no comprenden, se amargan y se hunden por completo, otros, por el contrario, se fortalecen, se enriquecen, y gracias a su actitud pueden ayudar a quienes les rodean. Dele forma a las galletas con un vaso o molde especial para ello. Unte mantequilla y espolvorée con harina todas las paredes y rincones de una bandeja para hornear galletas. Deje un dedo de distancia entre cada una de ellas. Entre en su espíritu, que forma, que crea, que moldea, y todo cambiará; ya no dependerá tanto del mundo exterior, será más libre y dueño de sus emociones. Caliente el horno a 250 grados por abajo entre 15-25 minutos antes de introducir las galletas. Hay que cambiar el pensamiento y procurar ser feliz interiormente. Por que, cuando se ha aprendido a ser feliz internamente, se mantiene la esperanza en cualquier condición. Introduzca las galletas al horno. Cuando empiecen a dorarse por abajo encienda el horno por arriba, también a 250 grados. Esperar a que doren. Respire nuevamente tres veces.

Hornear galletas y conseguir la paz no es algo que se pueda hacer mecánicamente. Manteniendo en usted las condiciones habituales de malestar y desasosiego nunca logrará hacer unas galletas deliciosas ni encontrar la paz. Unas galletas sabrosas y un estado de bienestar interior son un resultado, una consecuencia, significando que todas las actividades interiores y exteriores deben estar perfectamente equilibradas y armonizadas. Saque las galletas del horno y disfrútelas. Comparta las galletas y la receta.