María Rikta
Madrid, España


Receta Budista para la Esperanza

Siéntate en el suelo o en tu butaca favorita en la posición de sastre, con la espalda bien derecha. Las manos sobre los muslos o sobre las rodillas con las palmas hacia arriba.

Respira profundo mientras sientes tu cuerpo.

Conecta, imaginariamente, con todo el dolor que existe en el mundo, da igual la procedencia. Imagina que absorves ese dolor a través de un agujero imaginario en la palma de tu mano izquierda y que sube por un imaginario canal, desde la mano hasta el corazón.

Tu corazón transforma ese dolor en esperanza, limpiándolo, y lo emite al universo a través de otro canal, esta vez hacia el brazo y mano derechos y sale transformado en luz a través de la palma de tu mano derecha.

Haz esto mientras notes ese dolor que flota a tu alrededor.